Ayer encontré un libro.

Fui a reciclar y sobre el contenedor de cartón había una pila de libros. Viejos algunos, muy viejos otros.

Eché un vistazo rápido y me llevé un par: uno de aritmética de 1957 y la gran sorpresa verde.

El de aritmética interesante como recordatorio de lo que se estudiaba hace mas de medio siglo; pero nada sorprendente, en ese tiempo las matemáticas para estudiantes de ese grado no han variado gran cosa.

Lo gordo está en el otro:

Diccionario de expresiones malsonantes del español, de Jaime Martín.

Fechado en 1974. No imagino a ninguna editora publicando semejante libro hoy en día. Son expresiones malsonantes, sí; pero tan parte del español como cualquier otra. Quiénes se han erigido como jueces para decir que subnormal no se puede usar y en su lugar debemos decir "discapacidad intelectual". Cito ésta palabra (subnormal) porque en su momento sirvió para dar visibilidad a todo un colectivo en el intento de mejorar sus condiciones. Pero también tuvo largo uso como insulto.

No quiero entrar en este momento en una discusión de lo políticamente incorrecto. Primero porque me la suda y segundo porque merece una digresión mas extensa.

Lo importante es el libro: Diccionario de expresiones malsonantes del español, de Jaime Martín, 1974.

Apenas me ha dado tiempo a echarle un ojo; es estupendo mirar en lo mas oscuro del bahul de los recuerdos. Cantidad de expresiones de uso cotidiano cuando era pequeño y que hoy en día es imposible pronunciar sin que algún colectivo se sienta ofendido. En el momento de la publicación del libro el uso de esas expresiones también molestaba, por supuesto, es su objetivo. Pero se usaban igual. Hoy hablamos con facilidad de libertad de expresión y es fácil cuando tienes una edad ver cuanto se ha ido recortando en aras de una mejor convivencia... o de qué.

Otro tema que merece una larga disgresión: la libertad de expresión (sin haberlo querido un pareado ha salido). Tampoco es momento. Pero, clarísimo, si pones límites/trabas a lo que puedes decir no es libertad de expresión; aprovecha e inventa la denominación que te haga mas ilusión, dejando de lado lo que no es, no es libertad de expresión.

Unas perlas al azar del libro, sólo para selectos paladares; usea: si te molesta lo que lees, ¡fácil!, no sigas leyendo.

FOLLÁR(SE)LO (vivo) (vulg.). Causar a alg. un gran daño o perjuicio. 'Ha querido hundirme. Ahora que, me lo voy a follar vivo.' '¡Me lo follo vivo, a la primera equivocación que cometa!'

VIAJE (vulg.) (Dar un) 1ª) Golpe, empujón o embestida. 'Al salir del fútbol uno le dio un viaje que...' 2ª) Puñalada. (D.). 'Durante la riña, el rubio sacó una navaja y le dio un viaje al matón.'

ABORTO (arg.) (n. cal.). Dícese de una mujer fea. 'No sé qué ha visto de atractivo en ella. ¡Si es un aborto!' '¡Jó, qué aborto me habéis traspasa(d)o!'

ENCOÑAR (vulg.). 1ª) Encandilar. Suscitar en alg. el deseo de algo o la ilusión de que va a conseguirlo. 'No le encoñes, que si al final no resulta...' 2ª) (no frec.). Fastidiar, molestar o enfadar a alg. 'Le gusta criticar y encoñar a su padre. Y un día va a estallar.'

MARICÓN, -A (vulg.). 1ª) (m.). Aumentativo de marica * Homosexual. (D.). [T. Maricón de playa.] 'Conozco a un peluquero de señoras que es maricón perdido.' 'Hay tías fenomenales que no son sino el gancho de maricones.' 2ª) Persona malvada, perversa o malintencionada. 'En nuestra fábrica hay mucho maricón disfrazao.' '¡Qué maricones son! ¡Qué manera de especular con cosas de primera necesidad!' 'Denunció el robo de unas alhajas que ella misma había empeñao. ¡Si será maricona!' 3ª) Usado como insulto grave y violento. '¿Querías que saltara el bordillo, maricón?' '¡Así te estrelles, maricón!' ¡Maricón, el último! Lo dicen los chicos, en broma, cuando salen corriendo hacia un lugar determinado.

Subnormal no está recogido, todavía no tenía sentido peyorativo.

Muy recomendable, sin ser una obra magna, para quienes aprecien la libertad de expresión; vetado para la restante ofendida mayoría.